La polémica está servida

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Hace unos pocos días hubo una pelotera tremenda con un artículo que escribí en una web externa. Unos pocos post más atrás hablé un poco sobre los comentarios generales que recibió y sobre la polémica general que se montó en un momento. Me olvidé de mencionar la elección de la foto. No fui yo quien eligió la foto que acompañaba al artículo, que por cierto me pareció una elección excelente y preciosa, como comenté. Eran tres personas en una cama: dos mujeres y un hombre. Ya os podréis imaginar por dónde salió la jugada.

Resulta que alguien, antes de leer el artículo, pensó que la imagen era propicia para crear un poco de polémica y criticó abiertamente la elección de la misma hasta que alguien (ya sabéis que llego siempre tarde a las peleas) le explicó que en la historia de la que había escrito el texto había dos mujeres y un hombre. Por supuesto que no lo hizo tampoco a mala intención. A veces nos arde nuestra vena justiciera y a mi me ha pasado más de una vez. Sin embargo, me gustaría lanzar una serie de preguntas al aire en consonancia con este tema: ¿por qué ha de ser tan polémica una imagen donde se puede ver a dos mujeres con un hombre? ¿No se supone que lo que debemos defender es el amor libre bajo cualquier tipo de expresión? ¿No debería dar igual el género o la identidad sexual de las personas involucradas? Es decir, se trata de amor libre. Libre de prejuicios, también.

El problema, muy a mi pesar, se puede encontrar en el hecho de que todavía se sigue relacionando la idea del macho alfa con dos mujeres (o más) porque aunque estamos haciendo un enorme esfuerzo, nunca hemos dejado de sexualizar el concepto como alternativa a entenderlo de verdad. Y la auténtica mierda de esto es que follar con dos, folla cualquier tiparraco. Ahora bien, si hablamos de gestionar dos parejas (en nuestro caso viviendo bajo el mismo techo) la cosa se complica bastante. Hay que tener los huevos muy bien puestos para querer así.

Para más inri, resulta que H. y yo somos liberales ‘en activo’. Eso lo empeora todo. Pese a que hemos luchado constantemente para erradicar esa falsa idea de harén que mucha gente se monta en sus cabezas, no hemos podido del todo. Lo bueno es que la gran mayoría sí que lo entiende correctamente, y los que prefieren pensar en nuestra relación como un harén suele ser gente a la que solo le interesa el lado morboso de la historia para extraer sus propias conclusiones. Aun así, no creo que sea justo para él. No desde luego en una sociedad donde el valor que tiene una persona es tan caduco y se esfuma tan pronto se ha echado un polvo. No hay en mi opinión demasiados hombres con los huevos tan bien puestos como para tratar a las personas como seres humanos, sean sus parejas o no. Tampoco me parece ni justo ni necesario para nosotras tener que escucharlo con tanta frecuencia. Tenemos la misma libertad los tres para iniciar una relación con otra persona si nos enamoramos, para querer con libertad a otros o para tener el tipo de relaciones que queramos.

En definitiva, la polémica es un plato servido por la propia persona que se escandaliza o se queja. No es en muchas ocasiones capaz de ver más allá de lo puramente físico, lo morboso de la situación, olvidándose de todo lo que acarrea emocionalmente. A todos ellos, simplemente decirles que la ignorancia es harto atrevida en todas sus formas. Y nosotros, a seguir viviendo lo nuestro, que no es poco. ¿No?

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