La vida está hecha para dos

lovetwo

Es inevitable: por mucho que nos pese, la vida no está construida para vivirla de otra manera que no sea con alguien a tu lado. Hemos aprendido mucho acerca de los mitos del amor romántico durante los últimos años, hasta tal punto que ha comenzado a ser tendencia en muchas redes sociales. Sabemos que nuestra media naranja no tiene por qué limitarse a ser una persona, que el amor tal y como lo concebimos es como un elemento en constante cambio y puede sufrir variaciones o congelarse… Hemos aprendido en definitiva que cada cual tiene derecho a vivir como quiera, y sin embargo, la realidad es otra muy distinta.

Ya hemos comentado anteriormente lo complicado e injusto de algunas pequeñas situaciones que nos ha tocado vivir en el día a día. Seguramente, las personas que estén solteras y, en muchas ocasiones, con hijos a su cargo, vivirán de forma repetida algunas de estas experiencias. El caso es que cuando sois tres (adultos y en una relación), como nosotros, todo se complica enormemente. Ya se ha comentado con anterioridad lo que supondría por ejemplo que H. enfermara. En mi caso, por ejemplo, no tendría derecho a pedir días para poder asistirle en su enfermedad, sin contar los otros problemas que se derivarían de no ser familiar directo por la vía legal.

Pongamos situaciones mucho más sencillas y menos dramáticas, como por ejemplo los hoteles. Es complicado en muchas ocasiones que acepten a tres personas adultas en la misma habitación. Más de uno nos ha mirado raruno cuando hemos solicitado la misma habitación para los tres. Ocurre lo mismo cuando, por ejemplo, tienes que alquilar un piso. Cosa mucho más normal es que lo hagas para una sola persona, aunque el alquiler para uno solo es, en la mayoría de casos, inalcanzable para bolsillos como el de la presente. Cenas 2×1, productos servidos en pares, modelos de familia difíciles de romper, productos legales que son difíciles de modificar y/o deshacer… Me imagino que nada de esto os suena a nuevo.

Y es que la vida está hecha para dos, sí. A veces tan brutalmente descarado que parecemos seres mecanizados para formar familias idénticas. Estar solo a veces se transforma en un crimen, y ya ni te cuento el estigma social que supone ser hombre y tener una relación con dos mujeres… De nada nos sirve todo el activismo del mundo si lo que conseguimos es crear una falsa conciencia. que la gente sepa que existe, pero que nunca jamás se moje por ello.

Muy fuerte todo, oiga.

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