Etiquetas y otros monstruos

barril

Ni español ni extranjero, ni blanco ni negro, ni mujer ni varón. Soy yo sin etiquetas, que es lo contrario del ego. Toda mi vida he luchado por destrozar el ego para que emerja el yo profundo.

Fernando Sánchez Dragó

 

Últimamente leo bastante sobre el poliamor. Quizá en otras épocas he tendido a evitar este tipo de lecturas, pero confieso que durante las últimas semanas no he podido resistirme. De nuevo, muchas de las lecturas me han hecho sentir incómoda, y en su gran mayoría, no me sentía ni mucho menos identificada.

En muchos lugares he visto la mala publicidad que se le da a la monogamia. Me indigna. No soporto que se venda la monogamia como algo negativo cuando no lo es. Tampoco es moralmente inferior a cualquier otro tipo de relaciones. Simplemente desvía nuestra atención de las cosas que realmente importan, como por ejemplo la lucha contra las expectativas que nuestra propia sociedad impone sobre las relaciones románticas.

No hay que confundir la monogamia con los mitos del amor romántico. Se puede ser monógamo y ser perfectamente consciente de cuáles son y haberlos superado dentro de la propia pareja. Por ejemplo, esa idea tan subjetiva sobre el fracaso que la sociedad nos autoimpone: una relación que se rompe es un fracaso. Yo apuntaría más bien a que el fracaso en sí podría tener más bien que ver con la infelicidad en una pareja que sigue enrocada en la idea del “hasta que la muerte nos separe”. Esta última idea me recuerda la idea del amor como algo invariable, de lo que ya he hablado anteriormente. El amor, como emoción que es, varía a lo largo del tiempo, evoluciona, se transforma… O los celos como una demostración de amor cuando en realidad son como una caja de pandora que cuando la abres, destapas todos los miedos e inseguridades. Hay muchos mitos, pero no, no se limitan exclusivamente a una clase de parejas.

Si me preguntaran: ¿eres poliamorosa?, probablemente diría que no. No me considero como tal. Actualmente no tengo varias parejas (H. es quien tiene dos parejas) y, como alguna vez he hablado con H., si esta relación se terminara hipotéticamente en algún momento de nuestras vidas, no tenemos claro que volviéramos a buscar relaciones poliamorosas. Yo no me he abierto a este tipo de vida porque una mañana me levantara más inspirada de lo normal… Surgió así en el momento que conocí a H. y me quedé sin casa, y así ha sido.

En realidad, estoy de acuerdo que se utilice el término para dar a conocer y difundir, pero abogo por la eliminación de este tipo de etiquetas. Personalmente creo que una etiqueta así pueda llegar a limitar el propio concepto y dar lugar a malentendidos, como puede ocurrir con otras etiquetas con nuevos conceptos que los seres humanos nos empeñamos en utilizar sobre otros seres humanos, y sobre nosotros mismos: bisexual, bicurioso, heteroflexible, anarquista relacional, asexual… (por poner algunos ejemplos).

No me siento mejor persona ni por asomo que otras por la situación sentimental que estoy viviendo. Tampoco quiero que se me etiquete: las etiquetas no pueden traer nada bueno… Quiero que la gente me vea normal. Quiero no sentirme un bicho raro. Y no quiero, para concluir, vivir en un mundo inundado por etiquetas absurdas que constriñen nuestras relaciones y nuestra sexualidad.

5 thoughts on “Etiquetas y otros monstruos

  1. Mi Alter Ego says:

    Puñeteras etiquetas. Aunque en realidad no es que sean malas, per se, necesitamos una forma de describirnos, el problema es cuando esas etiquetas nos encasillan o nos definen, porque ni lo uno ni lo otro. Nadie puede ser definido con una palabra, con un adjetivo único. Somos más, mucho más, y hay sentimientos que no se pueden definir. Somos más complejos que un número o una etiqueta. Y menos mal, qué aburrida sería la vida si no.

    1. Zittissima says:

      Totalmente de acuerdo. Yo creo que a veces nos pasamos con las etiquetas porque queremos etiquetar hasta lo que no se puede: los sentimientos. Ains, no sé, que me resulta muy incómodo sentirme tan diferente a lo que se describe con el dichoso término xD

      1. Mi Alter Ego says:

        Pero al final las palabras son solo palabras, las personas, cada una, somos quienes le damos o quitamos sentido. O acaso nunca has hecho eso de repetir una y otra vez la misma palabra hasta que esta se desvirtúa y pierde su valor, su sentido, su esencia?

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